EL CASTRO DE LA PENA EL COCHÉU EN EL VALLE FOZ (RIOSA)
INTRODUCCIÓN.-
Si bien en Asturias los primeros vestigios de la presencia humana se remontan a las últimas etapas del paleolítico inferior, por lo que se refiera al Concejo de Riosa, aparecen de forma clara en el periodo neolítico y con una mayor claridad, en el calcolítico. El yacimiento arqueológico que lo confirma son las minas prehistóricas de la Sierra l´ Aramo, cuya antigüedad nos lleva hasta 4.500 años atrás en el tiempo. Nos referimos a las Minas de cobre de Texeo, ubicadas en la vertiente suroriental entre los 1.100 y 1.200 m de altitud
Las antropólogas Dª. Monserrat Hervella y Dª.
Concepción De la Rúa, en un trabajo llevado a cabo partiendo de las
publicaciones y hallazgos del catedrático de Prehistoria de la Universidad de
Oviedo, D. Miguel Ángel De Blás Cortina, y publicado en el año 2018 - Paleogenetics
of Northern Iberian fron Neolithic to Chalcolithic Time – establecen de
manera científica cual es la antigüedad real de estas minas. Han
analizado el ADN mitocondrial de 15 mineros de las minas prehistóricas de Texeo.
El carbono 14 ha confirmado que los mineros del Aramo trabajaron en las
minas de cobre de Texeo en el período comprendido entre el Calcolítico tardío y
la Edad del Bronce Temprano. Como consecuencia
de los avances de la ciencia en el área de la Paleogenética, no pasará mucho
tiempo para que podamos conocer con todo detalle cómo eran, de donde procedían,
con quien estaban emparentados etc., en definitiva, todos los rasgos genéticos
de los mineros prehistóricos riosanos, hace más de 4.000 años. La alta diversidad genética obtenida en las Minas de
Texeo permite indicar que se trata de una muestra representativa de la
población original.
El asentamiento de los pueblos cazadores para dedicarse a la agricultura y la ganadería llega a Asturias y, por tanto, también al territorio de Riosa, mucho más tarde que en el resto de la Península Ibérica. De esa época se conservan en Riosa restos megalíticos repartidos por los diferentes cordales que rodean el Concejo, son las necrópolis tumulares. Según recoge Gema Adán -1995- (La Secuencia histórica de Riosa: sus bienes arqueólogicos), la mayor parte de los túmulos se halla distribuidos en los límites de Riosa con los Concejos que la rodean. Entre Riosa y Morcín hay 7 (La Forcá, Yofrén, Curuxeo, Picu Los Perales, Viallana,..); 3 entre Mieres y Riosa (Cordal de La Cuba, Campa Braña ..) y 6 entre Lena y Riosa (Pena´l Cochéu, L´Arquera, Espines de Foz/Campa La Soma -Espines de Foz -, Pena La Golpeya, La Mesta). Incluso, en la parte alta de la Sierra l´ Aramo (Llazarandín -1.600 m -). Junto con otros bienes arqueológicos fueron incluidos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (resolución de 31-05-2011 de la Consejería de Cultura y Turismo).
Con
anterioridad, a pesar de las muchas cuevas y oquedades existentes en la Sierra
del Aramo en las que se
encontraron restos óseos (D. Guillermo Schultz, 1858), no se ha localizado ningún asentamiento
paleolítico.
Por lo que se refiera a las zonas bajas (vegas), D. José Manuel González y Fernández Valles
reconoció la existencia de dos posibles asentamientos en la cabecera del Río
Llamo y en el Río La Xuncar-Los Bayos paraje del Rabucán - Rabo de can - (hoy Raucán).
LOS CASTROS.-
Otra seña de identidad de esta época
son Los Castros. Se trata de recintos fortificados para la defensa que
surgen como consecuencia de las invasiones de pueblos indoeuropeos. Permanecen
entre cuatro y seis siglos, entre la Edad del Hierro - y la época Romana
(segunda o tercera centuria de la era cristiana). La romanización de la
población autóctona hizo que dejaran de ser necesarios. En Riosa, un ejemplo de la romanización de los castros, lo constituye el Castro del Picu el Castiellu, en el pueblo del Colléu. Por otra parte, no
se puede descartar que algunos de estos recintos defensivos pudieran tener su
origen en la Edad del Bronce tardía. Se ubicaban en lugares estratégicos para la
defensa y control de pasos utilizados por los antiguos pobladores de las zonas donde se establecían.
Respecto a nuestro Concejo de Riosa, son dos los castros que figuran incluidos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias por resolución de la Consejería de Cultura y Turismo de 31-05-2011 (BOPA nº 154 de 05-07-2011), el Castro del Picu´l Castiellu en el Colléu y el Castro de la Pena´l Cochéu en el extremo sur del Concejo, por encima del poblado minero de Rioseco.
Precisamente, en el pueblo del Colléu, fueron descubiertos restos arqueológicos, de la época romana, a los que ya se refieren Bellmunt Y Canella en el año 1900: "... pues son señal y huella de ella los cipos descubiertos en el Collado y las dos quebradas y borrosas lápidas existentes en incompletas fracciones dedicadas al parecer a dos difuntos ilustres, pues algunos creen leer los nombres de ODEGINO Y PUBLIO AURIO" (Asturias tomo III, pág. 285). También existen otras menciones realizadas por D. José Manuel González y Fernández Valles, que catalogó el Castro del Picu el Castiellu en el año 1960 y de D. Joaquín Manzanares, en el mismo año.
La referencia más completa, aunque con cierta confusión según nuestro criterio, es la realizada por D. Francisco Diego Santos en el año 1985 (Epigrafía Romana de Asturias, 11-a- págs. 58;59 y 238). Lo decimos, porque Diego Santos, considera que una de las lápidas de las que hablan Bellmunt y Canella en el año 1900, se corresponde con la piedra con la inscripción de REO PECIO PARAMECO, resto arqueológico de gran relevancia que en el año 1950 estaba colocada como sillar en la casa de Felipe Álvarez en el pueblo del Colléu y que fue adquirida en el año 1959 por D. Joaquín Manzanares, depositándola en su museo Tabularium Artis Asturiensis. Como dedicantes aparecen los Cadabrigenses, linaje de la tribu perteneciente al pueblo astur establecida en este territorio.
El mismo Diego Santos señala que D. Joaquín Manzanares también consideraba que esta piedra era una de las lápidas que mencionan Bellmunt y Canella en el año 1900, sin embargo, estos autores, mencionaban a dos difuntos ilustres (ODEGINO Y PUBLIO AURIO), para nada hacen referencia a RECIO PECIO PARAMECO, razón por la que, creemos, se trata de restos arqueológicos diferentes.
Parcialmente, esta es la cita: ""... Octavio Bellmunt (Asturias III, 285) hace referencia imprecisa a esta lápida, diciendo que existían en Collado (Riosa) "dos borrosas y quebradas lápidas". Según Manzanares, corresponde a una de ellas ésta que aprovechada en la casa, como sillar de esquina, por Felipe Álvarez Álvarez, en 1950. Ya había sido utilizada anteriormente, a fines del siglo anterior, en otra edificación de la misma. Esta queda inmediata a "Pico Castiello", lugar de un antiguo castro. En el verano de 1959, la lápida fue adquirida por el Sr. Manzanares y la conserva hoy en el Tabularium Artis Asturiensis, museo de su propiedad.""
"Es un sillar de piedra de arenisca, de color ocre, con las caras toscamente labradas. Los caracteres de las letras parecen adaptados a la cara frontal, sin que se pueda creer que el texto quede incompleto. La inscripción la postura horizontal de la piedra, separándose del modo habitual en las estelas funerarias."
Con
independencia de los señalados, hay topónimos que abren la posibilidad de que
existieron más castros en el Concejo de Riosa, y que aún no han sido
catalogados, como es el caso del Castro Planeo, topónimo con el
que se conocía antiguamente el actual Mayeu Planeo, en la Cuesta Planeo, en la vertiente
oriental de la Sierra l´ Aramo, o La Fuente´l Castro, situada
en el extremo norte del Valle Foz, si bien este topónimo, por su cercanía, podría estar ligado al Castro de la Pena el Cochéu.
Con este trabajo, queremos ampliaros, en la medida de lo posible la información, tanto escrita como gráfica, sobre el CASTRO DE LA PENA EL COCHÉU, uno de los vestigios etnográficos más importantes de la historia del Concejo de Riosa.
SITUACIÓN Y CARACTERÍSTICAS.-
El Castro de la Pena el Cochéu se halla situado en la parte más alta de una peña caliza conocida como la PENA EL COCHÉU ( 930 m. alt.), en el extremo norte del VALLE FOZ, al sur del Concejo de Riosa, con una orientación norte-sur. Esta delimitado, al oeste por L´AVERON DE FOZ, a través del cual discurre la REGUERA FOZ, y el PICU VILLURIZ; al este, la parte más accesible, por el COLLÉU FOZ, que se estrella con el CORDAL DE LA SEGÁ; al norte por la PENA LA BECERRERA y el PICU EL CASTIELLU -noreste -; y al sur, por el VALLE FOZ.
Por debajo, y a no mucha distancia en dirección norte, se encuentra el antiguo poblado minero de Rioseco, donde vivieron los mineros que trabajaban en la época moderna en las Minas de Cobre y Cobalto de Texeo desde 1892 hasta el cierre de la explotación en el año 1960.
De acuerdo con sus características y emplazamiento, podemos decir que se trata de un castro-torre , de fácil defensa ya que solamente tiene un acceso asequible desde el COLLÉU FOZ -sureste -; por el resto de los vientos, debido a la fuerte pendiente y los imponentes y escarpados acantilados cortados a pico que lo rodean, sobre todo al norte, al oeste y parte del este, lo hacen prácticamente inexpugnable. El Colléu Foz, situado al sureste, podemos considerarlo como un istmo o cuello por donde se podía acceder al castro con facilidad, una vez superada la muralla.
La muralla abarcaba solamente la zona del istmo o cuello de acceso, en la que aprovecharon, además, los accidentes naturales rocosos del perímetro existentes en algunas zonas.
Por otra parte, el Valle Foz, al sur, facilitaba a los moradores del castro, el pastoreo y la caza, el acceso a sus fuentes más cercanas, como la Fuente el Castro, La Fuente la Llana Foz o la Fuente Los Tallos, mientras que sus ganados podían abrevar en la Reguera Foz, que atraviesa el valle de sur a norte y en la Reguera de Llamaixé - este a oeste -, con la posibilidad de acceder fácilmente a los abundantes y sustanciosos pastos de altura de la Sierra l´Aramo, a través de la hoy denominada Cuesta La Paradiella; asimismo, los bosques de hayas y acebos en las laderas - sobre todo en la oeste (Mata Foz) - y menos en la este, les permitían aprovisionarse de la madera y leña necesaria.
El Cordal de la Segá, protege el Valle Foz por el sureste desde Llamaixé, pasando por la Campona y el Mofusu, hasta llegar al Picu el Cogollu, límite de Riosa y Lena:
Valle Foz, al norte, la Pena el Cocheu y el Colléu Foz; al sur, Espines de Foz y el Picu el Cogollu:
Para la defensa del flanco sureste, el castro disponía de una muralla de más dos metros de ancho, situada a media ladera, y en la parte superior, un pequeño fuerte o pequeña fortificación antigua (Gema E Adán: "en lo más alto de la Peña del Cochéu, González señala restos de la existencia de un pequeño fuerte ó fortificación antigua."):
El Castro de la Pena el Cochéu tiene una situación estratégica y dominante desde la cual se puede ver una gran parte del Concejo de Riosa a través del Valle de Llamo, manteniendo conexión visual directa hacia el norte con el CASTRO DEL PICU EL CASTIELLU, en el pueblo del Colléu (Riosa), nº 1 del Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (Concejo de Riosa), reconocido y catalogado por el arqueólogo D. José Manuel González y Fernández Valles en el año 1960 y que, a su vez, tiene visión directa con el Túmulo del Picu Los Perales, en Viapará, muy cerca de la divisoria con el Concejo de Morcín, nº 11 del Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias (Concejo de Riosa), que fue descubierto y reconocido por el mismo arqueólogo en el año 1970.
Constituyó un pequeño poblado o recinto fortificado protohistórico que pudo albergar pequeñas viviendas habitadas por un grupo de familias, situado sobre un contrafuerte rocoso de fácil defensa. Sus moradores, de manera inteligente, supieron encontrar un lugar de asentamiento, ubicado en un paraje estratégico en el que, con el menor esfuerzo, lograban la mayor eficacia en cuanto a la defensa y, con un entorno que les facilitaba todos los medios necesarios para la subsistencia.
Valles de Riosa desde el Castro de la Pena el Cochéu. Al fondo el Monsacro, Peña Manteca y, en el centro, la ciudad de Oviedo:
Además, desde el mismo se podía controlar el desfiladero L´ AVERON DE FOZ, paso difícil pero muy directo en la comunicación del territorio de Riosa con el de Lena; también, la vertiente suroriental de la Sierra L´Aramo, donde se sitúan las antiguas minas prehistóricas de cobre en Texeo (calcolítico tardío). Y, asimismo, la comunicación con Lena a través del Cordal de La Segá.
El Castro de la Pena el Cochéu, fue descubierto y catalogado por el arqueólogo D. José Manuel González y Fernández-Valles en el año 1970. De hecho, muchas de las referencias posteriores de otros autores se basan en sus investigaciones.(Gema E. Adan; Alfonso Fanjul Peraza y Luis R. Menéndez Bueyes ...).
La arqueóloga Dª. Gema E. Adán Álvarez, comenta este Castro en su trabajo "Las secuencias históricas de Riosa: Sus bienes arqueológicos" (Inventario Arqueológico del Concejo de Riosa en el año 1995) y en la Carta Arqueológica, basándose en en el reconocimiento realizado por D. José Manuel González Fernández Valles en el año 1970. Esta es su referencia:
El Valle Foz, al sur del Castro de la Pena el Cochéu, aun conserva en el día de hoy excelentes pastos que, en su día, eran un medio de subsistencia para el ganado de los moradores de aquel recinto fortificado:
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