Ejemplar de ARZOLIA DE ROCA (Flavoparmelia caperata) en el Valle L´Abeduriu (Riosa)- Sierra L´Aramo -, perfectamente mimetizada con la roca caliza. Ademas, en la parte lateral derecha, se aprecia una coloniade otro tipo de liquen, habitual en espacios sombrios y humedos ( habitats hepáticos):
ARZOLIA DE ROCA (Flavoparmelia caperata).-
Hoy quiero referime a un liquen al que tienen un gran aprecio pastores y ganaderos, se trata de la ARZOLIA DE ROCA. Quizá en la actualidad no sea tan necesaria debido a que los pastos de altura estan perfectamente comunicados en su mayor parte y los remedios veterinarios pueden llegar en poco tiempo, sin embago, hace no tantos años, cuando solamente existían veredas, senderos y malos caminos, sin pistas ni carreteras, era un remedio natural que estaba al alcance de la mano y que no faltaba en las cabañas de los diferentes mayaos de la Sierra L´Aramo.
En mis caminatas por la Sierra L´Aramo y sus estribaciones de la vertiente oriental riosana, tuve ocasión de localizar en los troncos de árboles de cierta corpulencia, situados en zonas sombrias y húmedas este líquen tan característico conocido como ARZOLIA (Parmelia caperata L.). Me llamaba la atención su forma circular y su color gris verdoso, agarrado a la corteza. A día de hoy su denominación científica ha pasado a ser (Flavoparmelia caperata). Sin embargo, un día, cuando entraba en el Valle L´Abeduriu (Riosa), procedente del Valle Los Veneros (Quirós), antes de llegar a Campareonda y en una zona en la que existe un pequeño laberinto de rocas muy cerca del sendero, divisé este liquen sobre la roca caliza en una parte sombría y humeda que me llamó poderosamente la atención. Se parecía al que había visto en troncos de arból pero había aspectos que lo diferenciaban. En primer lugar, el color, no era gris verdoso, era de un color gris claro, que se mimetizaba con el color de la propia roca caliza; tenía lóbulos anchos y redodeados con márgenes rizados ribeteados de negro, con la superficie rugosa y mate; su forma no era circular como el que había visto en algunos troncos de árbol.
ARZOLIA DE ROCA (Flavoparmelia caperata) en el Valle L´Abeduriu (Riosa), perfectamente mimetizada con la roca caliza:
En aquel momento me acompañaba José Manuel del Praulorto y cuando le pregunté si conocía aquella "planta" me comentó que era una "planta" medicinal, muy apreciada por los ganaderos y que utilizaban para curar las heridas de su ganado, incluso cuando era atacado por los lobos. Facilitaba la desinfección y actuaba como un eficaz cicatrizante natural. En definitiva, un remedio etnoveterinario, de uso tradicional, heradado de sus antepasados. El sabía que por aquella zona, la había localizado hacía tiempo, siguiendo las indicaciones de sus mayores y, efectivamente, allí estaba. Dentro de las diferentes variedades de los los liquenes, este podría catalogarse como un liquen folioso.
A José Manuel, le hablé de una "planta", reseñando la palabra entrecomillada. La razón es clara, los liquenes, en puridad, no son plantas, son una asociación simbiótica entre un hongo (micobiente) y un alga o cianobacteria (fotobiente); el hongo proporciona estructura y protección, mientras que el alga o la cianobacteria realizan la fotosintesis. Las plantas son organismos individuales que realizan la fotosíntesis por si solas; por el contrario, los liquenes son el resultado de la unión de dos organismos diferentes que viven juntos en beneficio mutuo. Las plantas tienen raíces que absorven agua y nutrientes y poseen tallos, hojas y, en algunos casos, flores. Los líquenes no tiene raíces y obtienen los nutrientes a través del alga o cianobacteria con las que se asocia; pueden crecer en diferentes sustratos (plantas, rocas y suelo); tampoco tienen hojas, tallos ni flores. En definitiva, un liquen es una simbiosis, mientras que una planta es un organsimo individual.
Los líquenes, gracias a la participación del simbionte clorofílico, son hongos que se convierten en fotosintéticos, es decir, se vuelven productores de oxígeno.
Los líquenes parecidos a los actuales existen en nuestro planeta desde hace más de trescientos millones de años. Hay algunos líquenes que en vez de algas están simbiotizados por cianobacterias (bacterias que pueden realizar fotosíntesis).
En la medicina tradicional asturiana y, en general, en el norte peninsular, la arzolia se utilizaba como un producto etnoveterinario de dos maneras:
1ª.- La más habitual, aplicandola directamente sobre la herida del animal, bien en seco o ligeramente humedecida. Era un apósito natural que absorvía el exudado y secaba la herida, protegiendola de las infecciones (acción antibacteriana suave). Este era el modo que solía emplearse en los Concejos de Somiedo, Teverga o Quirós..
2ª.- La menos frecuente era cocerla, hasta hervir, en agua o leche, utilizando el líquido para desinfectar la herida, bien utilizando compresas o vertiendo el líqudo dentro de la herida. Según me comento José Manuel, este era el método que se utilizaba en el Concejo de Riosa, como más habitual, no el primero.
En la página 22 del libro "Cuentos y Recuerdos Asturias", publicado hace más de un siglo, concretamente en el año 1916, por D. Juan Antonio López y Vázquez de Prada . - Juan Ibero -, este autor hace referencia a la Arzolia de roca como "planta medicinal" utilizada por los vaqueros en los mayaos para curar las heridas del ganado. Lo hace cuando habla de la Choza -cabana - y menciona el especial conocimiento del vaquero Nolín de la Sierra L´Aramo, o como él la denomina " La Peña de Riosa". Juan Ibero era un escritor muy ligado al Concejo de Riosa al que, según sus propias palabras, quería, entre otras razones por estar casado con María Fernández Fernández, de Les Texeres (Riosa), pueblo donde vivió durante algún tiempo.
Portada del libro "Cuentos y Recuerdos de Asturias" (1916) del que es autor "Juan Ibero" - Juan Antonio López y Vázquez de Prada - en el que se hace referencia en su página 22 a la "Arzolia de Roca":
Ilustración confeccionada basándose en la fotografía realizada en el Valle L´Abeduriu (Riosa), en la que se expresán algunas de las cualidades y uso de la Arzolia de roca:
Ficha técnica de la Arzolia de roca (Flavoparmelia caperata), con algunos datos complementarios sobre uno de sus usos tradicionales. El color que aparece es más bien el de la arzolia que encuentro en los troncos de los árboles. La arzolia de roca, en el Aramo, es de color gris que, incluso, llega a mimetizarse con la roca caliza donde se agarra. Se puede apreciar perfectamente en las fotos originales que fueron sacadas en el Valle L´Abeduriu (Riosa):
ARZOLIA DE ROCA (Flavoparmelia caperata) en el Valle L´Abeduriu (Riosa), perfectamente mimetizada con la roca caliza. Ademas, en la parte lateral derecha, se aprecia una coloniade otro tipo de liquen, habitual en espacios sombrios y humedos ( habitats hepáticos):

En la foto que obtuve de la Arzolia de roca en el Valle L´Abeduriu, en su margen derecha, aparece otra clase de liquen que se da tambien en zonas sombrías y humedas (habitats hepáticos). Se trata de talos foliáceos, que se caracterizan por tenere lobulos o láminas que se asemejan a hojas. Estos lóbulos pueden ser lisos, ondulados o lobulados y suelen estar bien definidos. Pueden encontrarse en una variedad de sustratos como rocas, a las que se adhieren mediante estructuras especializadas denominadas rizoides; en el suelo, formando colonias extensas; en la corteza de los árboles (troncos y ramas).
Estos líquenes son muy importantes en los ecosistemas por varias razones:
- Son indicadores de calidad ambiental: Lo mismo que ocurre con la arzolia, son sensibles a la contaminación atmosférica, por lo que su presencia o ausencia puede indicar la calidad del aire en una zona.
- Algunas especies de líquenes hepáticas, pueden fijar nitrógeno en la atmosfera, enriqueciendo el suelo con este nutriente especial para las plantas.
- Son fuente de alimento para algunos animales, como insectos o caracoles.
- Ayudan a colonizaar superficies rocosas y suelos desnudos, preparando el terreno para crecimiento de otras plantas.
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